Magritte Moment

 

René Magritte surrealismo para tiempos revueltos.

La revolución surrealista una inspiración para comunistas de la nueva era.
En 1945, se unió al Partido Comunista belga, quería la revolución aquí y ahora , y la quería iluminada por el sol del surrealismo, escribe el historiador de arte Michel Draguet para un catálogo vinculado a The Fifth Season, exposición del San Francisco Museum of Modern Art.
La exposición se centra en el trabajo de René Magritte desde 1940 hasta los años 60’s simboliza su apoyo al comunismo en el bombín, presente en su pinturas y que el mismo utilizaba como accesorio de su propio vestuario.

Al igual que muchos surrealistas, estaba comprometido con la literatura. Creó dibujos para textos del poeta Paul Éluard, el escritor de ficción Georges Bataille y el marqués de Sade, guru del S & M. También trabajó en publicidad, diseñando anuncios para clientes, desde coches hasta.
Utilizo su arte para fines políticos, dibujando gráficos y carteles para el Partido Comunista belga.
A lo largo de la ocupación alemana de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial, produjo fotografías y cortometrajes.
De 1943 a 1947, Magritte pasó por un período impresionista pintando al estilo de Auguste Renoir.

La Trahison des images (Ceci n’est pas une pipe) de 1929 es su pintura más famosa y simbólica, relaciona la figuración con la filosofía.
Magritte pintó una pipa de tabaco marrón y negra con una frase en francés que dicen: esto no es una pipa.
La pintura resalta el hecho de que el espectador ve una pipa, pero se trata de la imagen de una pipa, diferencia entre arte y realidad.
Magritte subvirtió nuestra mirada destacando que la imagen no es la realidad, sino solo su representación.